ORIENTACIONES PARA REDUCIR LAS
CONDUCTAS AGRESIVAS
Mil Disculpas: No pude encontrar el Link de la siguiente entrada, pero aclaramos que no es de nuestra autoría. Si alguien lo sabe, por favor pedimos su colaboración y espero que la información les sirva.
Rose
Consideraciones
Hablamos de agresividad cuando provocamos daño a una persona
u objeto. La conducta agresiva es intencionada y el daño puede ser físico o
psíquico.
En el caso de los/as niños/as la agresividad se presenta
generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físico (patadas,
empujones,...) como verbal (insultos, palabrotas,...). Pero también podemos
encontrar agresividad indirecta o desplazada, según la cual el/la niño/a agrede
contra los objetos de la persona que ha sido el origen del conflicto, o
agresividad contenida según la cual el/la niño/a gesticula, grita o produce
expresiones faciales de frustración.
Habitualmente
cuando un/a niño/a emite una conducta agresiva es porque reacciona ante un
conflicto. Dicho conflicto puede resultar de problemas de relación social con otros/as
niños/as o con los mayores, a la hora de satisfacer los deseos del/la propio/a
niño/a, problemas con los adultos surgidos por no querer cumplir las órdenes
que éstos le imponen, problemas con adultos cuando éstos les castigan por
haberse comportado inadecuadamente, o con otro/a niño/a cuando éste/a le
agrede...
Orientaciones
·
Reducir las conductas agresivas: Utilizando un programa
de habilidades sociales desarrollándola en la clase con todo el grupo y
utilizando algunas estrategias con el/la alumno/a como las que siguen:
Refuerzo de las conductas asertivas (adecuadas) con
elogio y reconocimiento de los/as compañeros/as.
Entrenamiento en habilidades contrarias
a la agresión:
Ø Habilidades cognitivas: inducir en el/la
alumno/a pensamientos totalmente contrarios a los suyos habituales. mediante
sesiones en la tutoría de ensayo de situaciones.
Ø Ejercicios de relajación.
Ø Juegos de inducción a la tranquilidad.
Para ello se puede practicar en clase la”
técnica de la tortuga”:
Es un juego colectivo en la clase en el
cual los/as alumnos/as imaginan que son tortugas que se esconden en su
caparazón, doblando y juntando los brazos a sus cuerpos inclinando la cabeza y
cerrando los ojos.
Relajan sus músculos para hacer frente
a las tensiones emocionales.
Buscan respuestas alternativas
adecuadas socialmente para solucionar los problemas.
¿En qué circunstancias han de adoptar los/as
niños/as la respuesta de la tortuga?
Ø Cuando un/a niño/a se dé cuenta de que
va a agredir a otro/a.
Ø Cuando un/a niño/a está frustrado/a,
enfadado/a o a punto de iniciar una rabieta.
Ø Siempre que el maestro o la maestra
diga la palabra “tortuga “.
(Programa de autocontrol)
OBJETIVO: Enseñar al/la niño/a
a controlar sus propias conductas disruptivas.
TIPO DE CONDUCTAS: De impulsividad:
agresiones, conductas disruptivas.
APLICACIÓN: Medio natural: AULA.
Por el/la propio/a profesor/a
DURACIÓN: Aproximadamente seis semanas
¿EN QUÉ CONSISTE LA TÉCNICA ?:
“TOTUGA
– RELAJACIÓN – SOLUCIÓN DE PROBLEMAS”
Esta técnica utiliza la analogía de la
tortuga, la cual como bien se sabe, se repliega dentro de su concha cuando se
siente amenazada.
De la misma manera, se le enseña al/la niño/a
a replegarse dentro de su caparazón imaginario cuando se sienta amenazado/a, al
no poder controlar sus impulsos y emociones ante estímulos ambientales, etc... En
la práctica:
- Se
enseña al/la niño/a a responder ante la palabra clave
“tortuga”, encogiéndose, cerrando su cuerpo, metiendo la cabeza entre sus
brazos. Después de que el/la niño/a ha aprendido a responder a la tortuga,
se le enseña a relajar sus músculos mientras hace la
tortuga. La relajación es incompatible con la elevación de la tensión de
los músculos necesaria para mostrar una conducta disruptiva/agresiva y por
tanto, decrece la probabilidad de la ocurrencia de esa conducta.
- Se
enseña al/la niño/a a utilizar las técnicas de solución de problemas
para evaluar las distintas alternativas para manejar la situación que le
ha llevado a hacer la tortuga.
El primer paso en el
aprendizaje de la Tortuga
es definir específicamente en qué conductas disruptivas objetivo nos gustaría
que el/la niño/a utilizara la tortuga. Es importante definir las conductas
objetivo para que sean fácilmente observables, y se puedan distinguir perfectamente cuales son dentro del
repertorio conductual del/la niño/a. Por ejemplo, un problema bastante común en
clase son las peleas; pelearse es una extensa categoría conductual, que incluye
muy diversas manifestaciones: puñetazos con o sin provocación, golpes en
respuesta a burlas, empujar, insultar,... Hay que definir operativamente la
categoría para saber en qué momentos se debe utilizar la técnica de la Tortuga.
Una adecuada
definición de “pelearse” podría ser: “dar puñetazos y puntapiés sin
sacudidas accidentales”, también sería válida: “dar puñetazos y
puntapiés además de sacudidas accidentales”
Es necesario tomar de antemano este tipo de decisiones antes de
introducir la Tortuga
y ser muy consistentes con la definición. Se puede decidir seleccionar unas
pocas conductas o elegir muchas, siempre que las definamos operativamente cada
una de ellas, siendo recomendable escribir la definición para evitar errores y
para facilitar la implantación de la técnica por los distintos agentes, así
como para posibles réplicas del programa,....
I.- DESARROLLO DE LA TÉCNICA
1ª Semana
Durante esta primera semana, la técnica de la Tortuga se pone en
práctica de dos formas diferentes:
-
periodo
de práctica dirigida
-
periodo
de clase normal
Es recomendable dejar un periodo de 15
minutos cada día para la práctica dirigida, preferiblemente siempre a la misma
hora, como un descanso entre las actividades académicas.
El/la niño/a debe responder a la palabra
clave “Tortuga”. Esta respuesta se enseña en tres fases:
-
FASE 1: Historia inicial
Se empieza contando la historia, (ver anexo)
-
FASE 2: Práctica en grupo
Después de contar la historia, se pasa a la
segunda fase en la que toda la clase tiene que responder a la Tortuga mirando la
actuación del/la profesor/a.
Sentada frente a la clase el/la profesor/a
dirá algo como:
“¡Oh! Siento que me estoy enfadando con Juan
porque me pegó, pero podría ser lista y fuerte y hacer la
Tortuga. Pongo mis brazos y mis piernas cerrando mi
cuerpo, y mi cabeza la inclino y apoyo mi barbilla en mi pecho y digo: Tortuga”
En este momento se hace una pausa y se queda
sin decir nada y más tarde estando en la misma postura dice:
“Es tan agradable
estar en mi concha que se me pasan las ganas de pegar a Juan”
Se le pide a la clase que imagine escenas
parecidas y que todos/as hagan la
Tortuga ; se repiten la secuencia 5 o 10 veces hasta que se
verifique que todos/as los/as niños/as la han aprendido. La enseñanza de esta
parte de la prueba se puede plantear como un juego. El/la profesor/a explica a los/as
niños/as que va a ponerse de espaldas y que tan pronto como se vuelva hacia la
clase y diga “Tortuga” toda la clase la hará. Inmediatamente tiene que reforzar
la ejecución de la misma.
-
FASE 3: Práctica individual
Esta es la tercera fase. Si durante la fase
anterior el/la profesor/a se dirigía a todo el grupo, poniendo ejemplos, a los
que toda la clase debía responder haciendo la Tortuga , en la práctica
individual se va dirigiendo a cada niño/a por separado planteándole una o varias situaciones
problemáticas de las que habitualmente se dan en clase. El/la profesor/a irá
reforzando intensamente y de forma inmediata las buenas realizaciones. Hay que
instruir a la clase para que refuerce mediante aplausos y/u ovaciones a cada
niño/a que ejecute la respuesta de la Tortuga.
Es importante animar a la clase a que
aplaudan y se pongan contentos/as cuando un/a niño/a realice la tortuga. Hasta
ahora, conseguía atención inmediata por su conducta impulsiva y disruptiva, a
partir de ahora, él/ella conseguirá aprobación y atención de sus compañeros/as
por controlarse. Sólo a través de este apoyo el/la niño/a se atreverá a hacer la Tortuga con la esperanza
de que su nuevo autocontrol sea aceptado por sus compañeros/as y no lo
percibirá como algo inútil.
Se ha observado que con niños/as
particularmente disruptivos/as, las alabanzas algunas veces no funcionan como
refuerzo. En estos casos se pueden utilizar caramelos, gominolas,... El/la
profesor/a puede coger un montón de estas golosinas y mientras los/as niños/as
practican tanto en grupo, como de forma individual, ir paseándose por la clase
y dándolas a quienes responden correctamente.
El resto de días de la semana, durante los 15
o 20 minutos de práctica se tomarán como conductas objetivo los incidentes que
hayan ocurrido durante el resto del día. Una forma de hacerlo es recordar la
historia de la Tortuga
e insertar los nuevos ejemplos en la misma. Hacer ver a los/as niños/as como
podrían haber utilizado en esas situaciones el nuevo truco cuando se han
pegado, se han burlado de algún compañero/a o se han quitado algo. El/la
profesor/a describirá la situación y modelará la respuesta de la Tortuga y pedirá a la
clase que le imite. Se reforzará a los/as niños/as por su respuesta inmediata.
ACTIVIDADES FUERA DEL PERIODO DE
PRÁCTICA
Hay que tener presente que fuera del periodo
de práctica en esta primera semana hay que:
·
Continuar registrando el número de conductas problema
·
Alabar todas las Tortugas realizadas fuera del
periodo de práctica
·
Animar a los otros/as niños/as a que refuercen a sus compañeros/as cuando hagan la Tortuga
·
Alabar a aquellos/as que ya refuercen a los/as
compañeros/as que ya han hecho la
Tortuga.
Estos pasos son
cruciales, los/as niños/as no utilizarán la técnica si no son recompensados por
realizarla. Se refuerza cualquier intento de Tortuga que el/la niño/a haga a lo
largo de la clase. Cuando se vea al/la niño/a realizando alguna de las
conductas disruptivas objetivo se le debe dar indicación de realizar la Tortuga. Se le puede
decir algo como: “Tortuga” o “Ahora puedes hacer la Tortuga ” Se le incita a
ello y se le refuerza inmediatamente si la realizan.
No hay que alarmarse
por tanto refuerzo a dispensar, ya que más tarde ya no se necesitará este
refuerzo tan inmediato.
2ª Semana
A lo largo de la segunda semana el objetivo
es solidificar las estrategias aprendidas en la primera semana y poner al/la
niño/a en disposición para el entrenamiento en relajación. Se pretende:
·
ayudar al/la niño/a a discriminar entre las
situaciones apropiadas de las inapropiadas en la respuesta de la Tortuga.
·
Incrementar las tortugas espontáneas fuera del
periodo de práctica
Sigue manteniéndose los periodos de práctica
de 15 minutos de duración.
Se le sigue recordando al/la niño/a que
tienen que hacer la Tortuga
en cualquier momento a lo largo del día y por supuesto se sigue recompensando
inmediatamente después de que ellos/as respondan con la Tortuga.
Continuar alentando y reforzando a los/as
compañeros/as que refuercen las tortugas
-
Cómo discriminar respuestas de Tortuga apropiadas de las
inapropiadas
Es probable que algunos/as niños/as emitan la
respuesta de la Tortuga
para obtener el refuerzo, sobre todo cuando se están utilizando refuerzos
externos tales como caramelos, golosinas,... Por ello es importante enseñar a los/as
niños/as a discriminar entre las situaciones de Tortuga adecuadas de las que no
lo son.
·
Una respuesta apropiada se da cuando un/a niño/a es
víctima de una conducta agresiva tal como un golpe de otro/a niño/a. Si el/la
profesor/a u otro/a niño/a da la clave verbal para hacer la Tortuga , esa respuesta es
adecuada.
·
Una Tortuga inadecuada puede ocurrir en las
siguientes situaciones:
-
cuando
dos o más niños/as hacen un trato entre ellos/as para hacer la Tortuga y recibir los
refuerzos
-
cuando
un/a niño/a emite una conducta de ataque tal como golpear y después hace la Tortuga
-
cuando
un/a niño/a hace la Tortuga
para atraer la atención del/la profesor/a. El/la niño/a esperará para ver si el/la
profesor/a le mira y entonces hará la Tortuga.
·
La Tortuga cuestionable es
una tercera categoría. Incluye aquellos casos donde el/la niño/a
espontáneamente hace la
Tortuga sin razón aparente, y es imposible decir si está
respondiendo a un impulso de hacer una conducta de ataque o si está tratando de
llamar la atención. También se incluirán aquellas en las que un/a niño/a
comienza a hacer una conducta agresiva pero hace la Tortuga en la mitad del
estallido.
La discriminación se enseñará recompensando
las Tortugas apropiadas y/o cuestionables y no recompensar las inapropiadas
durante los periodos regulares de clase. Se explica a la clase las diferencias
entre las tres respuestas de la
Tortuga mediante ejemplos. De este modo el/la profesor/a
podría decir algo como:
“Juan pintó un garabato en el papel de María,
ésta se enfadó y le pegó, pero de
repente María recordó lo que la
Tortuga decía y se metió dentro de su concha. ¿Es ésta una
buena Tortuga?”
La forma más efectiva enseñar esta
discriminación es reforzando las Tortugas apropiadas y extinguiendo las
inadecuadas.
Al final de la segunda semana se evaluará lo
que ha estado sucediendo, para ello, el/la profesor/a examinará los registros
de conducta. Si los/as niños/as han empezado a discriminar entre Tortuga
apropiadas de las inapropiadas, y si se empieza a ver una disminución de las
conductas disruptivas o un aumento de Tortugas adecuadas, se puede empezar con
el entrenamiento en relajación.
Si ninguno de estos criterios han sido
encontrados se deberá continuar con las mismas actividades de esta segunda
semana varios días más.
-
Provocación al azar
Cuando los/as niños/as ya discriminan
situaciones apropiadas para hacer la
Tortuga , se pretende enseñarles a usar la técnica
espontáneamente, sin incitación del/la profesor/a. En la primera semana, el/la
profesor/a gritaba “Tortuga” cuando veía una situación problemática incipiente
entre dos o más niños/as. Ahora pretende ayudar a los/as niños/as a reconocer
por ellos/as mismos/as las situaciones sin ninguna incitación. Para ello se
utilizará la técnica de provocación al azar.
El/la profesor/a puede incrementar el número
de oportunidades que los/as niños/as tienen para emitir respuestas de Tortuga,
eligiendo aleatoriamente un/a niño/a que esté muy ocupado/a en alguna actividad
y provocando en él/ella una conducta de ataque; por ejemplo, ir al pupitre de
María y pintarle en su hoja, entonces María haría la tortuga y el/la profesor/a
la recompensaría. Si ella no emitiera la tortuga, se le explicaría que esta
hubiera sido una muy buena oportunidad de hacerlo.
Los/as niños/as reaccionan con sorpresa la
primera vez que el/la profesor/a los provoca pero aprenden rápidamente a
considerar estas provocaciones como una clave para la Tortuga. Estas
provocaciones al azar se mantienen durante varios días, hasta que todos/as los/as
niños/as respondan con la tortuga. El paso siguiente consiste en elegir a un/a
niño/a para que, sin que lo sepan los/as demás, sea el que provoque a los/as otros/as
niños/as. Tanto el/la profesor/a como el/la niño/a que provoca deberán alabar
abundantemente al/la niño/a atacado/a si este hace la Tortuga. Se le
corregirá si devuelve el golpe o realiza cualquier otra conducta inadecuada.
Las provocaciones al azar se repiten dos o
tres veces al día cambiando de niños/as tanto como sujetos que provocan, como
de objeto de provocación. El/la profesor/a debe controlar la actuación del/la
provocador/a para asegurarse de que las cosas se realizan correctamente.
II.-
ENTRENAMIENTO EN RELAJACIÓN
La fase dos del programa de entrenamiento de la Tortuga incluye enseñar a los/as
niños/as a relajarse, a soltar sus músculos cuando ellos están realizando la Tortuga. Durante
la práctica de la Tortuga
se introduce la relajación con una explicación a través de la siguiente
historia:
“La
pequeña Tortuga iba a la escuela cada día más contenta, y se introducía dentro
de su concha cada vez que otros/as niños/as le pegaban, le insultaban, le
rayaban en su hoja, o cundo ella se encontraba rabiosa, enfadada sin saber muy
bien el motivo... Su profesora estaba muy contenta y le animaba a que lo
siguiera haciendo y a veces le premiaba. Pero la pequeña Tortuga en ocasiones
tenía sensaciones de enfado o rabia, o se encontraba mal después de que se metieran
en su concha y aunque se quedara allí, no desaparecían. Ella quería ser buena
llevarse bien con sus compañeros, obtener el premio que a veces le daban, pero
los sentimientos de enfado a veces eran muy fuertes y le tentaban diciéndole
“Pequeña Tortuga, por qué no le devuelves el golpe cuando el/la profesor/a no
te está mirando y te quedas tan tranquila...” La Tortuga no sabía qué
hacer, estaba muy desconcentrada, ella quería meterse dentro de su concha pero
estos sentimientos de enfado la tentaban para hacerlo mal.
Entonces recordó a la vieja y sabia Tortuga que la
había ayudado hacía tiempo. Antes de ir a la escuela corrió a la casa de la
enorme Tortuga, se lo contó todo y le preguntó que podía hacer. Le dijo: “Tengo
sentimientos de enfado en mi estómago después de meterme en mi concha. Los
sentimientos me dicen que pegue pero yo no me quiero meter en líos, ¿qué puedo
hacer para detener mis sentimientos de enfado?”
A la pequeña Tortuga le gustó la idea. Al día
siguiente cuando fue a la escuela se lo contó a su profesor todo lo que la
vieja Tortuga le había enseñado. Cuando un compañero le hizo rabiar se metió en
su concha y se relajó, soltó todos sus músculos y se quedó un ratito fijándose
cómo la tensión y los malos sentimientos desaparecían. La Tortuga se puso muy
contenta, continuó consiguiendo más premios y alabanzas y al profesor le gustó
tanto la idea que le enseñó a toda la clase.”
Con el fin de conseguir una relajación
profunda, es preciso comenzar diferenciando entre estados de tensión y de
relajación de cada músculo. Esta habilidad se puede enseñar en dos fases:
·
Se practica tensar y relajar grupos de músculos
variados en el cuerpo alternativamente y se van dando instrucciones para que se
centren en las sensaciones que se tiene si un músculo está tenso o está
relajado.
·
Una vez que sepan relajarse siguiendo estas
instrucciones, se les propondrá relajar los músculos sin tensar previamente.
-
FASE 1: Tensar y soltar
Tras contar la
historia introductoria, se instruye a los/as niños/as primero a tensar los músculos lo más fuerte que puedan fijándose
en las sensaciones que notan con esos músculos tan tensos, y después que los
suelten de repente, y que se fijen bien cómo va desapareciendo la tensión y lo
bien que se van quedando esas partes del cuerpo que van relajando.
Los músculos se relajan siguiendo el
siguiente orden:
-
apretar
bien las manos
-
doblar
los brazos en arco en dirección a los hombros para tensar los
brazos
-
estirar
las piernas como si quisieras tocar lo que tienes en frente de ti
-
apretar
firmemente los labios uno contra otro
-
cerrar
los ojos fuertemente
-
empujar
el estómago hacia arriba
-
coger aire profundamente, llenar los pulmones y retenerlo.
Presentar las
instrucciones de relajación, despacio, con voz monótona, y con pocos cambios en
la inflexión de la voz. Podría ser algo como:
“Haz un puño con
cada mano, muy bien, mantenlas apretadas tanto como te sea posible, cuenta
hasta diez tensando cada vez más, y luego sueltas ¡Suelta! Y siente lo bien que
está, nota como se fue relajando, estate unos segundos fijándote en lo que
notas cuando estás relajado/a. Ahora otra vez, vuelve a cerrar los puños,
mantenlos fuertemente cerrados, cuenta hasta diez, 1,2,3, fuerte, 4,5,6, más
fuerte, 7,8, tan fuerte como puedas, 9, 10 ¡Suelta!, deja tus puños abrirse muy
despacio, déjate ir, suelta y cuenta al revés hasta cero, 9,8,7, fijándote cómo
va desapareciendo la tensión, 6,5,4, siente lo agradable que es esto, 3,2,1,
relájate y 0. Fíjate en lo que notas cuando estas relajado/a”
El/la profesor/a se
paseará por la clase para asegurarse que los/as niños/as realmente están
tensando y relajando. Les refuerza y les ayuda para que relajen sus músculos.
Una forma de comprobar si están tensando es poner la mano encima del músculo y
comprobar la tensión. Sólo si experimentan la tensión realmente aprenderán a
reconocer el contraste entre el estado de tensión y la relajación.
Se repiten varias
veces las sesiones de prácticas. Posteriormente se integrará la Tortuga y la relajación de
tal forma que cuando estén en posición de Tortuga se les incita a tensar su
cuerpo entero, contando el/la profesor/a de 1 a 10, después de lo cual los/as niños/as
deberán relajar de repente todo su cuerpo.
Este procedimiento se
repite en 3 o 4 sesiones de prácticas.
-
FASE 2: Relajando
Se pasa a esta fase
cuando se comprueba que han aprendido a relajarse tal y como se ha descrito
anteriormente.
En esta fase se les
instruye para que relajen sus músculos sin la secuencia de tensar – relajar. De
nuevo se empieza por los puños para seguir con la secuencia de manos, piernas,
labios, ojos, estómago, y pecho.
Se podría decir algo así como:
“Relaja tus manos.
Fíjate en lo a gusto que se está. Siente como se relajan tus manos, en el
cosquilleo que notas, lo agradable que es”.
“Voy a contar al
revés de 10 a
0, con cada número que diga vais a intentar estar cada vez más y más relajados
como la pequeña y bonita tortuga”
Se pueden utilizar
también escenas agradables en imaginación mientras van soltando los músculos,
por ejemplo:
“Imagínate que te
estás comiendo un helado muy rico” “que estás tumbado/a en un prado verde, con
la hierba muy suave y muy fresquita, y hace un sol muy bueno....”
(Está demostrado que
imaginar este tipo de escenas aumenta la relajación en los/as niños/as)
El entrenamiento en
relajación dura de una a dos semanas completas. El criterio para pasar a la
siguiente fase es del programa es el grado de relajación de los músculos. Al
finalizar el tratamiento en relajación, los/as niños/as han de ser capaces de
dar la respuesta de tortuga y asumir inmediatamente la posición de relajación.
III.- SOLUCIÓN DE
PROBLEMAS
Es la última y más importante etapa de La Técnica de la Tortuga. Consiste
en cinco pasos:
-
PASO
1: Definición muy clara de la situación problemática
-
PASO
2: Pensar cosas (alternativas) para hacer frente a la situación problemática
-
PASO
3: Evaluar las consecuencias de cada una
de ellas y seleccionar la mejor
-
PASO
4: Poner en práctica la solución elegida
-
PASO
5: Verificar los resultados
Aunque este
procedimiento parece demasiado complicado para los/as niños/as pequeños/as, en
la práctica estos pasos son fácilmente comprensibles.
El procedimiento a
seguir es proponer una historia a modo de dilema y preguntar
acerca de su resolución. Para ello se define, en primer lugar, claramente
el problema. Sería conveniente utilizar situaciones reales que se
hubieran dado en clase, junto a otros ejemplos. Hay que asegurarse que los/as
niños/as comprenden la naturaleza del problema que se les está planteando.
Se continúa con los
pasos 2 y 3, en los que se generan soluciones y se evalúan las consecuencias de
cada una de ellas. Si en este punto se les pregunta a los/as niños/as qué pueden
hacer en la historia problemática, la mayoría inmediatamente gritarían
“tortuga”. Se acepta la respuesta pero se pregunta qué cosas se podrían hacer
después de haber hecho la
Tortuga. Se cuestiona a los/as niños/as hasta que ellos
puedan sugerir caminos de acción alternativos, si no pueden, se
les suministra. Cada solución que se proponga se tiene en cuenta y se discute.
Se consideran las consecuencias positivas y negativas de cada
solución para que ellos puedan ver las diferentes consecuencias, y sólo sugerirlas
en último extremo. Tras un periodo de discusión en grupo, hay que intentar
conseguir que la clase llegue a un consenso acerca de la mejor
elección para resolver la situación problemática. Ejemplo:
“Miguel tira una
silla en mitad de la clase y empieza a arrastrarla. Se da cuenta que el pupitre
de Pedro está en su camino y que si sigue arrastrándola la silla tropezará con
él. ¿Qué puede hacer Miguel?”
Alumno/a: “Miguel tiraría la silla y le daría
a Pedro”
Profesor/a: “¿qué pasaría?”
Alumno/a: “Pedro se pondría furioso y le
pegaría a Miguel en la cabeza o discutirían”
Alumno/a: “el/la profesor/a les castigaría a
los dos”
Profesor/a: “¿qué otras cosas podría hacer
Miguel?”
Alumno/a: “pedirle a Pedro que se apartara”
Alumno/a: “Pedro no se movería”
Alumno/a: “entonces Miguel apartaría a Pedro
fuera de su camino”
Alumno/a: “Miguel tendría que mover su silla
por otro sitio, alrededor de Pedro”
Alumno/a: “pero hacer eso es demasiado
trabajo”
Alumno/a: “pero Miguel no se metería en líos
y podría entrar en la lotería de la
Tortuga ”
Profesor/a: “entonces, ¿cuál sería la mejor
cosa que Miguel puede hacer para no meterse en líos, y entrar a participar en
la tortuga?”
Alumno/a: “Miguel debería moverse esquivando
a Pedro para no molestarle”
Profesor/a: “correcto, de esa forma no se
metería en líos, no se pelearían y podría entrar en el juego”
Se repiten estos
diálogos, intentando entre toda la clase ver las distintas posibilidades que
hay a la hora de actuar y las distintas consecuencias que de cada una de ellas se
derivan, poniendo numerosas situaciones problemáticas que se den en el aula.
Estas situaciones deben ser propuestas tanto por el/la profesor/a como por los/as
alumnos/as. Cuando los/as niños/as hayan aprendido a generar y evaluar las
soluciones en grupo, se repetirán estas situaciones con los/as niños/as
individualmente, repitiendo cada uno de ellos/as una secuencia de Soluciones de
Problemas entera en voz alta en la clase. La clase evaluará las soluciones
propuestas por el/la niño/a y alabará las más adecuadas.
Para lograr que
aprendan el concepto de elección de una solución adecuada, también se puede
utilizar la estrategia de hacer la siguiente pregunta: “¿qué necesitas ahora? ¿Cuál
es la mejor manera de conseguirlo sin meterte en líos?”
Ejemplo: “Juan empieza a chillar porque
está teniendo problemas en hacer una construcción de madera. Para y hace la Tortuga.:
Profesor/a: “¿qué necesitas Juan?”
Juan: “que me ayuden y me digan cómo hacerlo”
Profesor/a: “¿cuál es la mejor manera de
conseguir esa ayuda?”
Juan: “pedirle a alguien por favor que me
ayude, ¿me podrías ayudar?”
Profesor/a: “muy bien, me gusta mucho
ayudarte cuando me lo pides de esa forma.”
CONCLUSIÓN
El mantenimiento de la Técnica de la Tortuga en clase a lo
largo del tiempo requiere un entorno social que dé refuerzos a los/as niños/as
por hacer la Tortuga
– Relajación – Solución de Problemas. No se debe enseñar ésta técnica y después
olvidarse de ella sin que se produzca un decremento. Hay cinco procedimientos
que aseguran seguir usando la
Tortuga :
1)
Continuar
registrando el número de conductas objetivo. Este dato nos informará de lo que
está pasando con la
Técnica. Servirá de refuerzo para usted a los esfuerzos por
enseñar la técnica y servirá como evidencia.
2)
Continuar
alabando al azar todas las tortugas apropiadas que vea y ocasionalmente
comprobar en el acto la naturaleza de la solución de problemas en un/a niño/a.
Animar a los/as niños/as a que alaben a otros/as niños/as.
3)
Continuar
utilizando provocaciones al azar una o dos veces por semana.
4)
Continuar
indicando soluciones y alabar la solución adecuada
5)
Continuar
teniendo periodos de prácticas de la
Tortuga , una o dos veces por semana.
“Antiguamente había una hermosa
y joven tortuga, tenía 4 años y acababa de empezar el colegio. Su nombre era
Pequeña Tortuga. A ella no le gustaba mucho ir al cole, prefería estar en casa
con su hermano menor y con su madre. No le gustaba aprender cosas en el
colegio, ella quería correr, jugar,... era demasiado difícil y pesado hacer las
fichas y copiar de la pizarra, o participar en algunas de las actividades. No
le gustaba escuchar al profesor, era mucho más divertido hacer ruidos de
motores de coches que algunas de las cosas que el/la profesor/a contaba, y
nunca recordaba que no los tenía que hacer. A ella lo que le gustaba era ir
enredando con los demás niños, meterse con ellos, gastar bromas. Así que el
colegio para ella era un poco duro.
Cada día en el camino hacia el colegio se decía a
sí misma que lo haría lo mejor posible para no meterse en líos. Pero a pesar de
esto, era fácil que algo o alguien la descontrolara, y al final siempre acababa
enfadada, o se peleaba o le castigaban. “Siempre metida en líos”
pensaba “como esto siga así voy a odiar el colegio y a todos”
y la Tortuga
lo pasaba muy pero que muy mal. Un día de los que peor se sentía, encontró a la
más grande y vieja tortuga que ella hubiera podido imaginar. Era una vieja
tortuga que tenía más de trescientos años y era tan grande como una montaña. La Pequeña Tortuga le
hablaba con una vocecita tímida porque estaba algo asustada de la enorme
tortuga. Pero la vieja tortuga era tan amable como grande y estaba muy
dispuesta a ayudarla “¡Oye! ¡Aquí!” dijo con su potente voz, “Te
contaré un secreto ¿Tú no te das cuenta que la solución a todos tus problemas
la llevas encima de ti?” La Pequeña Tortuga no sabía de lo que estaba
hablando “¡tu caparazón” ¡tu caparazón!”
le gritaba “¿para qué tienes tu concha? Tú te puedes esconder
en tu concha siempre que tengas sentimientos de rabia, de ira, siempre que
tengas ganas de romper cosas, de gritar, de pegar... Cuando estés en tu concha
puedes descansar un momento, hasta que no te sientas tan enfadada. Así la
próxima vez que te enfades, ¡métete en tu concha! A la Pequeña Tortuga le
gustó la idea y estaba muy contenta de intentar este nuevo secreto en la
escuela.
Al
día siguiente lo puso en práctica. De repente un/a niño/a que estaba delante de
ella accidentalmente le dio un golpe en la espalda. Empezó a sentirse enfadada
y estuvo a punto de perder sus nervios y devolverle el golpe, cuando de pronto
recordó lo que la vieja tortuga le había dicho. Se sujetó los brazos, las
piernas y cabeza, tan rápido como un rayo, y se mantuvo quieta hasta que se le
pasó el enfado. Le gustó mucho lo bien que estaba en su concha donde nadie le
podía molestar. Cuando salió, se sorprendió de encontrarse a su profesora
sonriéndole, contenta y orgullosa de ella. Continuó usando su secreto el resto
del año. Lo utilizaba siempre que algo o alguien le molestaba, y también cuando
ella quería pegar o discutir con alguien. Cuando logró actuar de esta forma tan
diferente, se sintió muy contenta en clase, todo el mundo la admiraba y quería
saber cuál era su mágico secreto”
ORIENTACIONES PARA REDUCIR LAS
CONDUCTAS AGRESIVAS 1
Consideraciones
Si el/la
niño/a mantiene la conducta agresiva por lo que pasa después de producirse la
misma (reforzadores posteriores) se trataría de suprimirlo, porque si sus
conductas no se refuerzan terminará aprendiendo que sus conductas agresivas ya
no tienen éxito y dejará de hacerlas. Ejemplo: si cuando manifiesta una
conducta agresiva en clase el/la profesor/a se lo/a lleva al despacho de
dirección y esto es un premio en lugar de un castigo, el/la alumno/a volverá a
repetir la conducta agresiva para volver a ir al despacho. Este método se llama
extinción y puede combinarse con otros como por ejemplo con el reforzamiento
positivo de conductas adaptativas.
Si la
conducta agresiva acarrea consecuencias dolorosas para otras personas no
actuaremos nunca con la indiferencia. Tampoco si el/la niño/a puede suponer que
con la indiferencia lo único que hacemos es aprobar sus actos agresivos.
Existen asimismo procedimientos de castigo como el Tiempo fuera o el coste de respuesta. En el primero, el/la niño/a es apartado/a de la situación reforzante y se utiliza bastante en la situación clase. Los resultados han demostrado siempre una disminución en dicho comportamiento. Los tiempos han de ser cortos y siempre dependiendo de la edad del/la niño/a. El máximo sería de 15 minutos.
El coste
de respuesta consiste en retirar algún reforzador positivo contingentemente a
la emisión de la conducta agresiva. Puede consistir en pérdida de privilegios
como no ver la televisión.
El castigo físico no es aconsejable en ninguno de los casos porque sus efectos son generalmente negativos: se imita la agresividad y aumenta la ansiedad del/la niño/a.
Algunas
consideraciones sobre el castigo en general
1. Debe utilizarse de manera racional y
sistemática para hacer mejorar la conducta del/la niño/a. No debe depender de
nuestro estado de ánimo, sino de la conducta emitida.
2. Al aplicar el castigo no lo hagamos
regañando o gritando, porque esto indica que nuestra actitud es vengativa y con
frecuencia refuerza las conductas inaceptables.
3. No debemos aceptar excusas o promesas
por parte del/la niño/a.
4. Hay que dar al/la niño/a una
advertencia o señal antes de que se le aplique el castigo.
5. El tipo de castigo y el modo de
presentarlo debe evitar el fomento de respuestas emocionales fuertes en el/la
niño/a castigado/a.
6. Cuando el castigo consista en una
negación debe hacerse desde el principio de forma firme y definitiva.
7. Hay que combinar el castigo con
reforzamiento de conductas alternativas que ayudarán al/la niño/a a distinguir
las conductas aceptables ante una situación determinada.
8. No hay que esperar a que el/la niño/a
emita toda la cadena de conductas agresivas para aplicar el castigo, debe
hacerse al principio.
9. Cuando el/la niño/a es mayor, conviene
utilizar el castigo en el contexto de un contrato conductual, puesto que ello
ayuda a que desarrolle habilidades de autocontrol.
10. Es conveniente que la aplicación del
castigo requiera poco tiempo, energía y molestias por parte del adulto que lo
aplique.
Orientaciones
Objetivo del
programa: debilitar la conducta agresiva y reforzar respuestas alternativas
deseables (si
esta última no existe en el repertorio de conductas del/la niño/a, deberemos
asimismo aplicar la enseñanza de habilidades sociales).
·
Ciertas
condiciones proporcionan al/la niño/a señales de que su conducta agresiva puede
tener consecuencias gratificantes. Por ejemplo, si en el colegio a la hora del
patio y no estando presente el/la profesor/a, el/la niño/a sabe que pegando a
sus compañeros/as, éstos/as le cederán el balón, habrá que poner a alguien que controle el juego hasta que ya no sea
preciso. Si, por ejemplo, cuando manifiesta una conducta agresiva en clase el/la
profesor/a se lo/a lleva al despacho de dirección y esto es un premio en lugar
de un castigo, el/la alumno/a volverá a repetir la conducta agresiva para
volver a ir al despacho, por lo tanto habrá que dejar de hacer esto y si se
saca de la clase habrá que llevarlo/a a un lugar “neutro” y durante 15 minutos
máximo. El tema es no recompensar la conducta agresiva.
·
Debemos
reducir el contacto del/la niño/a con los modelos agresivos. Por el contrario,
conviene suministrar al/la niño/a modelos de conducta no agresiva. Muéstrele
otras vías para solucionar los conflictos: el razonamiento, el diálogo, el establecimiento
de unas normas. Si los/as niños/as ven que los adultos tratan de resolver los
problemas de modo no agresivo, y con ello se obtienen unas consecuencias
agradables, podrán imitar esta forma de actuar.
·
Reduzca
los estímulos que provocan la conducta. Enseñe al/la niño/a a permanecer en
calma ante una provocación.
·
Recompense
al/la alumno/a cuando éste/a lleve a cabo un juego cooperativo y asertivo.
·
Existe
una cosa denominada "Contrato de contingencias" que tiene como
finalidad comprometer al/la niño/a en el proyecto de modificación de conducta.
Es un escrito entre profesor/a y alumno/a en el que se indica qué conductas
deberá emitir el/la niño/a ante las próximas situaciones conflictivas y que
percibirá por el adulto a cambio. Asimismo se indica qué coste tendrá la
emisión de la conducta agresiva. El contrato deberá negociarse con el/la niño/a
y revisarlo cada X tiempo y debe estar bien a la vista del/la niño/a. Tenemos
que registrar a diario el nivel de comportamiento del/la niño/a porque la mera
señal del registro ya actúa como reforzador.
Ejemplo:
SITUACIÓN
|
SOLUCIÓN
ERRÓNEA
|
SOLUCIÓN
CORRECTA
|
RECOMPENSA
|
CASTIGO
|
PUNTOS
|
Disputa por un balón
|
Empujones
|
Establecer turnos
|
Actividad plástica+Elogio +
punto
|
No jugar en el ordenador +
restar punto
|
|
Discusión sobre quién ganó el
juego
|
Insultos
|
Escuchar los dos puntos de
vista y pedir la opinión a alguien.
|
Dibujo+ Elogio + punto
|
No jugar en el patio + restar
punto
|
|
Disputa por ocupar un
determinado asiento en el aula
|
Empujones e insultos
|
Llegar a acuerdos de
alternancia entre los/as compañeros/as o acatar las normas
|
Elegir una actividad+Elogio +
punto
|
perderá el derecho a elegir
asiento durante las dos próximas semanas + restar punto
|
|
Negativa a acatar alguna
instrucción, por ejemplo trabajar en equipo en alguna actividad
|
Pegar
|
Colaborar de buen grado
|
Construcciones+Elogio + punto
|
Apartar al/la niño/a de la
situación durante un tiempo( 8-10 minutos) y al volver remediar el mal:
pidiendo perdón + restar punto
|
|
Enfado por cambiar de jugador a
portero en educación física
|
Berrinche
|
Aceptar el cambio sin
hostilidad
|
Pintura+Elogio + punto
|
Obligarle a llevar el material
deportivo a un determinado lugar y durante 2 semanas siempre sea él el que
los recoja+ restar punto
|
|
ORIENTACIONES PARA REDUCIR LAS
CONDUCTAS AGRESIVAS 2
TIME-OUT
(técnica del aislamiento)
¿Qué
hacer?.............. PROCEDIMIENTO A SEGUIR:
Ejemplo: XXX se
dirige a un/a compañero/a y le da una patada.
► Aplicar consigna
/ aviso a XXX POR PARTE DEL/LA
MAESTRO /A RESPONSABLE DEL GRUPO-CLASE de manera inmediata a
la aparición de la conducta agresiva:
.-
NO aplicar la consigna regañando o gritando, ni con actitud de enojo, utilizar
un tono de voz lo más objetivo posible.
.- El/LA MAESTRO /A – COLABORADOR/A
(encargado/a de llevar a cabo el aislamiento) llevará a XXX al aula de tiempo
fuera SIN ESTABLECER INTERACCIÓN SOCIAL con él/ella y con una actitud neutra. A
lo sumo si éste pregunta se le dará una explicación concreta, y sin carga
emocional, del motivo del aislamiento.
► El tiempo de
aplicación será de aproximadamente 5 minutos y nunca excederá de 15.
► La liberación se
llevará a cabo siempre y cuando su comportamiento en el último minuto haya sido
el adecuado.
► NUNCA se liberará
si se está manifestando comportamientos inadecuados tipo gritos, amenazas,
golpes,...
► Una vez en clase
de nuevo, NO JUZGAR lo sucedido.
IMPORTANTE:
El/la maestro/a – colaborador/a NO debe intervenir en la marcha de la clase, ni
reprender o intentar corregir la conducta de XXX. Su única función es la de
llevar a cabo la técnica. El manejo de la clase es competencia únicamente del
maestro que la imparte.
NO UTILIZAR EL TIME
– OUT COMO REGLA AMENAZANTE (Ej. “como sigas molestando te llevamos al aula de
aislamiento”)
EXTINCIÓN Y REFUERZO POSITIVO
El apareamiento de
la extinción de conductas disruptivas con el refuerzo positivo de conductas
adaptativas, produce una mayor eficacia en el control de la conducta deseada.
¿Qué
hacer?.............. PROCEDIMIENTO A SEGUIR:
► Retirar la
consecuencia reforzante (atención) a la emisión de la conducta inadecuada (Ej.
molestar a un compañero/a de clase).
► Reforzar o
premiar a XXX cada vez que manifieste conductas adaptativas opuestas a la
agresión (Ej. pedir permiso para ir al servicio). Éste refuerzo será de tipo
social, elogio, sonrisa, aprobación, miradas, ayudarlo/a individualmente en lo
que esté realizando, mostrar interés,...
CONSIDERACIONES
GENERALES:
.-
NO regañar continuamente, aplicando múltiples reglas que no se van a cumplir.
.-No aplicar excesivas órdenes e
instrucciones: “no te muevas”, “no molestes”, “no te levantes”....
.-
Evitar, ante la aparición de la conducta inadecuada, relatar extensamente todos
los acontecimientos desadaptados que han tenido lugar hasta el momento.
.-
En el caso que XXX emita un comportamiento que interfiera la marcha de la clase
(Ej. Hacer ruido con algún objeto) y la restricción verbal (“No continúes
haciendo ruido”) no surta efecto, retirarle el objeto en cuestión sin ningún
tipo de manifestación de atención
(contacto ocular, regañar,...)
.-
Aplicar la extinción de manera sistemática.
.-
MUY IMPORTANTE: PREMIAR LOS COMPORTAMIENTOS ADECUADOS.
EJEMPLOS DE COMPORTAMIENTOS ESCOLARES
DESEABLES
1. Seguir
las reglas de los juegos.
2. Estar
alegre.
3. Hablar
con respeto a los/las demás
4. Aceptar
sugerencias de los/as compañeros/as
5. Asumir
responsabilidades
6. Realizar
cosas útiles para los/as compañeros/as
7. Plantear
diálogos y discusiones normalizadas
8. Controlar
los sentimientos de frustración
9. Aceptar
las diferencias sociales
10. Tener autoconfianza
11. Ser optimista ante las tareas
12. Ser considerado/a con los/as demás
13. Ayudar a los/as compañeros/as en las
dificultades
14. Interesarse por lo que les ocurre a los/as
demás
15. Compartir las cosas
16. Reforzar a los/as compañeros/as
17. Tomar en cuenta críticas positivas para
mejorar
18. Esforzarse por cumplir lo encomendado
19. Tener buena relación con los/as compañeros/as
20. Intentar convencer a los demás a través de
razones y no de gritos o imposiciones
21. Terminar las tareas
22. Acatar las decisiones de la mayoría
23. Ser simpático/a
24. Prestar atención a comentarios y opiniones de
los/las demás
25. Respetar las cosas de los/as compañeros/as
26. Contribuir a la limpieza de la clase
27. Aceptar sus posibilidades y limitaciones
28. Pedir la palabra y esperar su turno para
intervenir
29. ...
REFORZADORES SOCIALES
- Alabanza
- Comentario positivo
- Reconocimiento de la labor o
tarea
- Sonrisa
- Elogiar
- Felicitar
- Contacto físico: estrechar la
mano, palmada en el hombro, caricias,...
- Expresión de satisfacción
- Reconocimiento individual
(maestro/a)
- Reconocimiento individual (otro/a alumno/a)
- Reconocimiento colectivo (compañeros/as)
- Comentarios favorables de un/a compañero/a
- Constituirse como modelo de
- Elegirlo/a para determinadas actividades
- Recibir atención de los/as compañeros/as
REFORZADORES DE
SITUACIÓN
- Salir unos minutos al patio
- Disfrutar de tiempo libre
- Pintar, colorear,..
- Sentarse junto a ...
- Ser encargado/a de...
- Repartir folios
- Recoger los cuadernos
- Borrar la pizarra
- Ayudar al/la profesor/a en...
- Hacer recados
- Ser el primero/a en...
- Reducción de la cantidad de la
tarea
- Tiempo de descanso
- Realizar una tarea agradable
- Compartir algo con un/a compañero/a.
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